lunes, 8 de diciembre de 2014

No me arrepiento

Lo hice mal. Lo sé.
Quizás no debería haber entrado nunca a aquella habitación. Oscura, húmeda y fría.
Pero allí estabas tú, en aquella esquina, agachado, como pocas veces te había visto.
La persona con quien había compartido todo y ahora; sin embargo, te veía como un extraño.
En cuanto te miré, todos mis sentimientos salieron a flote.
-¿Qué me pasa?, me pregunté-.
No sé qué fue lo que me impulsó a abrazarte, pero me abalancé sobre ti como si nunca antes lo hubiera hecho.
Tras el intenso y cálido abrazo, tus ojos color café, en los que tantas veces había visto reflejada mi sonrisa, se toparon con los míos. Sí, fue algo mutuo. Lo sé. Los dos nos necesitábamos.
Quizás el destino ha jugado un papel muy importante en toda esta historia. 
Lo hice mal. Lo sé. Pero no me arrepiento de nada de lo que hice ese día.
Entré a aquella habitación empujada por el destino y mírame.
Volviendo a compartir sonrisas, abrazos y besos contigo.
Con la persona que siempre va a formar parte de mi vida. Dejé el orgullo atrás tras girar el pomo de aquella puerta. Y, ¿sabes qué? Que no me arrepiento.

Elena Alonso

No hay comentarios:

Publicar un comentario